A raíz de las manifestaciones del señor Alejandro Negro, expresidente de esta institución en el canal local, como miembros del Consejo de Administración de la CEC nos vemos en la obligación de contestar a sus dichos debido a algunas inexactitudes en sus expresiones.

En primer lugar, cuando se refiere a su renuncia dice que tenía diferencias con la forma y el modo en que se manejaba el Consejo que él condujo por diez años, pero que en la actualidad expresa con total liviandad y sin especificar o aclarar concretamente en qué, en dónde o cómo el Consejo se apartó del Estatuto y la Ley de Cooperativas. Destacamos que en las explicaciones esgrimidas, tanto en su pedido de licencia, como en el texto de su renuncia, no aduce a dichas circunstancias.

Alejandro Negro habló de diez años de austeridad, también este concepto se vertió sin aclarar en qué constaba dicha austeridad, pues si se refiere a que no cobraban sueldos, debemos recordar y resaltar que jamás en los 61 años de vida de nuestra institución ningún integrante de la mesa directiva ni consejero ha percibido sueldo alguno, siendo esta la regla (no escrita) que comenzó mucho antes de diez años.

Dice además que hay determinaciones o decisiones que no pasan por el Consejo sin especificar qué cuestión relevante no fue deliberada en dicho órgano. El Estatuto es claro cuando define las funciones del Consejo y de la Administración (el Consejo decide y la Administración ejecuta).

En sus declaraciones expresa que los consejeros que no renunciamos junto a él somos buenos vecinos y nada más (buenos útiles). Debemos recordar que, salvo los tres nuevos  consejeros, el resto ha sido nombrado a propuesta de él. Ahora, pasados diez años de gestión, cuestiona sus propias elecciones, quizás por considerar que pensar distinto significa ser “bueno útil”.

Con respecto a la renuncia de cinco Consejeros Titulares y una Consejera Suplente, actitud que puso en riesgo el normal y habitual funcionamiento de la CEC (podría esto haber tenido graves consecuencias para la institución); este Consejo se puso la mochila al hombro (frente a esta actitud irresponsable) para que la Cooperativa continuara funcionando con normalidad; asumiendo las responsabilidades que correspondían al caso.

Como consecuencia de dichas renuncias, si bien el Consejo podía continuar sesionando, la Síndica, en reunión de Consejo, y cumpliendo con sus facultades conforme lo prescribe el Art. 77 Inc. H) del Estatuto, sugiere designar a por los menos tres consejeros más, propuesta que fue aceptada por todos los presentes ya que si algún consejero se enfermaba o no podía asistir por cuestiones personales a alguna reunión, no se contaría con el quórum para poder sesionar.

Si bien para designar a un Consejero el único requerimiento es que sea asociado y cumpla con los requisitos del Art. 52 del Estatuto de esta institución, se decide invitar a sumarse al Consejo a gente que estuviera conformando el actual cuerpo de delegados, siendo la elección debatida y consultada con los integrantes del Consejo de Administración por cuestión de afinidad y valores,  a fin de evitar una crisis institucional.

Ante esta situación, en Acta N° 1717 del 28-5-18 asume el cargo de consejero titular BENGÚA Rubén A.; y en Acta N° 1718 del 04-06-18 asume el cargo de consejero titular GUERRIERI Vicente y de consejero suplente FRANQUET Pedro, todos miembros del cuerpo de delegados.

En referencia a la renuncia del auditor externo, Contador Miguel Andreoli, la misma fue aceptada por este Consejo bajo la presidencia del Sr. Ángel Veloz. Dicho profesional desempeñó fielmente su cargo durante más de veinte años, respaldando no sólo al Consejo  actual sino también a todos los anteriores. El auditor es quien avala con su firma los movimientos contables y es su competencia denunciar en caso de encontrar alguna irregularidad. Cabe destacar que a la fecha no existe ninguna denuncia formal ni de ningún tipo realizada  por el auditor, ni por ningún consejero, ni por ningún delegado, ni por ningún asociado.

Una vez aceptada su renuncia este Consejo de Administración decidió desdoblar las auditorías designando a dos profesionales: un auditor interno (Contadora Marianela Augusti) y otro externo (Contador Cristian Rossini). Dicha designación se realizó ante el Consejo, por mayoría de votos, en base a una lista de profesionales idóneos para el cargo, confeccionada a tales efectos. Dichas decisiones se encuentran plasmadas en las actas de reuniones de Consejo de Administración respectivas.

Respecto a las declaraciones en las cuales refiere que la máxima autoridad de la CEC son los delegados, y que no se los respeta ni se los informa, aduciendo que en la última reunión informativa hubo muchos cuestionamientos, fundamentalmente, con el nombramiento de los consejeros reemplazados, debemos aclarar que lo dicho no se corresponde con los hechos. En la reunión de referencia, realizada el 23 de julio del corriente, los delegados presentes estuvieron de acuerdo con dichos nombramientos por amplia mayoría (una sola persona se manifestó en disconformidad). Además, debemos destacar que los nombramientos de los reemplazos, han sido consecuencia de una situación extraordinaria provocada por las renuncias de consejeros, direccionadas a afectar el normal desenvolvimiento de esta institución.

Según refiere Negro, su presidencia respetaba espacios que en la actualidad se han perdido. Esto no es así ya que, como mencionamos precedentemente, quien toma las decisiones siempre es el Consejo de Administración, teniendo la facultad de delegar algunos temas, por razones obvias: el Consejo se encuentra integrado por vecinos, no por profesionales técnicos.

Este Consejo confía en los profesionales que integran las gerencias, sin olvidar que todas y cada una de las decisiones que se adoptan, las toma el Consejo de Administración y no cede espacio a los distintos mandos que existen en la CEC.

Con respecto al tratamiento y la discusión de obras públicas con la Municipalidad, si bien hay reuniones de carácter técnico en donde se requiere conocimiento de la capacidad operativa, material, económica, de personal, de recursos humanos, plazos, etc., en las cuales el Consejo no participa, ya que no es esa su función, todas las decisiones sobre las obras que se realizan o no, son tomadas por el Consejo de Administración. No existe contrato con la Municipalidad que no haya sido autorizado previamente por los firmantes, quienes integran la Mesa Directiva del Consejo de Administración de la CEC.

Finalizando este comunicado, los integrantes del actual Consejo de Administración de la CEC repudiamos los cuestionamientos realizados por el Ex Presidente en el canal de TV local, los cuales creemos fueron dichos con total liviandad, sin precisión, en detrimento del espíritu cooperativista y desinteresado al cual él mismo refiere (participar ad-honorem por el bien de la institución).

Como consejeros nos duelen las apreciaciones realizadas. En consecuencia nos vemos en la obligación de aclarar algunos conceptos, con el ánimo de despejar las dudas sembradas, pero fundamentalmente, exhortando para que no se continúe poniendo en duda el accionar de los Consejeros, quienes dedicamos tiempo de nuestras vidas, ganas y energías, sin esperar que nuestra labor sea remunerada, pero sí valorada.

PRESIDENTE: MARTEGANI Ramón.

VICEPRESIDENTE: ARTIGAU V. Alberto.

SECRETARIO: BURLE Norberto Raúl.

TESORERO: DE MATTIA María Esther.

VOCALES TITULARES: ACCASTELLO José; GOROSURRETA Mirtha; LOETSCHER María Patricia; BARROSO Sergio; URREA María Elena; BENGÚA Ruben A.; GUERRIERI Vicente.

VOCAL SUPLENTE: FRANQUET Pedro.