El 20 de julio de 1953 llegaron a nuestra ciudad cinco Hermanas de la Misericordia de Verona: Giacomilla Bulfani, Romola Riva, Eugeniarita Doro, Laurita Beraldo y Pianarcisa Cavasín.

Llegaban de Italia y no hablaban el castellano. En Buenos Aires las recibieron las Hermanas que habían llegado el año anterior.

Una de ellas, la superiora Celina, las acompañó hasta Colón. Aquí las esperaban las Hermanas de Santa Marta con dos autos y una chata para las valijas.

Las llevaron a su casa donde las demás hermanas las estaban esperando y fueron recibidas muy afectuosamente .Compartieron el almuerzo y dejaron escrito en una crónica: “No nos conocíamos, no nos entendíamos, sin embargo estas hermanas nos trataron como hermanas de ellas muy queridas, como si nos hubiésemos conocido y querido desde siempre”.

Después las acompañan a saludar al párroco y se dirigen al Hospital. Allí las recibe un administrador y algunos enfermeros. Uno de ellos, italiano, ofició de traductor.

Sigue contando la crónica que después pasan a visitar las salas y se les aprieta el corazón al ver las muchas necesidades de los enfermos y ancianos.