En los últimos días circuló por medio de una cadena en WhatsApp una referencia a un vecino muy conocido que está atravesando un complicado problema de salud, en la cual decía que familiares y amigo de vienen pasando momentos de angustia preocupación e indignación.

Se trata de Sebastián “Moncholo” Ponce, quien trabaja en Granja Tres Arroyos y es afiliado de ISSPICA (Obra Social de la Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne y sus derivados).

Sufrió un accidente y desde allí comenzaron las peripecias para todos. El diagnóstico es muy complejo, pero alcanza con decir que Seba no puede mover las piernas y apenas los brazos.

Estuvo en el Hospital de Colón para recibir las primeras atenciones, pero una vez que recibió el alta, estuvo 15 días más en el nosocomio local porque la obra social demoraba el traslado. Siempre un papelito, una firmita, un teléfono que daba contestador.

“Allí sentimos que el tema iba a ser complicado. Con una enorme insistencia de todos y la buena predisposición de tantísima gente, pudimos lograr luego de muchas presión, que sea derivado al Sanatorio Rosendo García de Rosario para que sea operado”, revelaron los allegados.

Y prosiguieron: “allí iniciamos otro duro trance, lograr que la obra social enviara una serie de prótesis para que sea operado. Estuvo 15 días en cama esperando, mirando el techo, mientras nos paseaban por todos lados y argumentaban que las prótesis solicitadas por los médicos eran importadas y muy costosas”.

“Nuevamente mucha gente nos dio una mano y luego de golpear puertas y decenas de llamadas, logramos que lo operaran. La intervención duró casi 10 horas y fue tremendamente invasiva”, añadieron.

Acto seguido, recalcaron que “allí recibió una gran atención y Moncholo se ganó el afecto de los profesionales, pero faltaba un paso más: la derivación a un centro de rehabilitación. Fue otro proceso de dos semanas y media tratando de obtener una respuesta o solución. En la obra social siempre sentimos que no nos acompañaban”.

“No podemos decir que en Colón no nos ayudaron, pero tampoco que nos resolvieron algo. Finalmente, con intimaciones, logramos que deriven a Moncho a un centro de salud ideal para su evolución, con kinesiólogos, traumatólogos, neurólogos, psicólogos, nutricionista, etcétera. El lugar ideal para el grave cuadro de salud. Allí estuvo hasta el miércoles 23 de mayo, que la obra social decidió que el tratamiento era muy costoso y ordenó que lo devolvieran al Sanatorio Rosendo García, donde lo dejaron literalmente tirado en la guardia”, detallaron.

En tanto, consignaron: “Todos aguardamos que pueda volver a un lugar que le posibilite la recuperación (Moncho tiene 43 años). Hemos recibido muy buena predisposición de Granja Tres Arroyos, del Hospital local y de muchos vecinos que supieron de este drama, pero el problema está y es cada vez peor. Trabajó 25 años aportando para la obra social y hoy se encuentra desprotegido”.

“Necesita un cuidado intenso, pero al contrario de eso, la obra social optó por dejarlo en la guardia de un sanatorio sin ninguna respuesta y a más 100 kilómetros de su madre, la querida Alicia Azcurra (Quien hoy se encuentra en la Hogar de Ancianos Carlos Steeb tras haber sufrido una serie de problemas de salud). Ojalá Dios lo ilumine y pueda volver al lugar donde debe estar nuestro querido Moncholo. Si querés ayudarnos, reenvía y publicá este texto para que se conozca su caso”, cerró el mensaje.