Cuando uno necesita más que el otro, suceden estas cosas. En este caso, la Municipalidad recibe lo que en su momento dio como ayuda.

Ellos vinieron a devolver productos que les había entregado el Municipio. Saben que hay otros que lo necesitan.

A partir de la semana que viene algunos deberán concurrir a sus trabajos y contribuirán de otra manera.

Yamil Andrada junto a su madre tuvieron la iniciativa de entregar alimentos elaborados a las familias que lo necesitan. Cocinaron y entregaron viandas. Recibieron ayuda de la Municipalidad y de un vecino, que de manera anónima donó carne.

La familia Andrada también hizo su aporte. Seis personas trabajaron codo a codo.

Entregaron 130 viandas en barrio Belgrano; 100 en el 9 de Julio y Esperanza; y 100 en barrio Rivadavia.

Son gestos conmovedores que construyen, como lo hacen cientos de personas de manera anónima en este momento excepcional. Por ejemplo, quienes integran la Red Solidaria, o Caritas, fieles de la Parroquia San José, miembros de iglesias evangélicas, cooperadoras e instituciones y todas las personas que desde su lugar, suman, y mucho. Tanto, que superan ampliamente las conductas negativas y son el andamiaje sobre el que se puede estructurar la acción del Estado, en eso que llamamos el tejido social.